Las Heridas De La Infancia Y Las Relaciones De Pareja
La vida psicológica de los seres humanos es compleja y nunca se desarrolla de manera perfecta. Una de las características del ser humano es su propia imperfección.
Por ello, siempre quedan rezagos infantiles que se les llaman heridas infantiles que cuando no son reconocidas o aceptadas, pueden causar un gran dolor en la vida adulta.
Por supuesto, que no es culpa de nadie ni responsabilidad de los adultos, excepto en casos extremos como la violencia o el abuso, sin embargo, y pese a ello, la persona que las sufre y las padece, independientemente de por qué sucedieron, necesita hacerse responsable de sanarlas para dignificar su propia existencia.
De esta manera es necesario cobrar conciencia y darnos a la tarea de curarlas y asumirlas, porque de esta manera te permitirá ir por la vida con mayor ligereza.
Dentro de estas heridas, algunos estudiosos, han hablado de ella y podemos decir que existe por ejemplo:
La Huella de abandono:
Es una herida importante cuando sentimos que hemos sido abandonados, no sólo en el plano físico, sino en el emocional y psicológico. El temor a la soledad es su tónica y por tanto, demandan una exagerada atención y presencia.
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